Entrados en el s.XXI, nuestra sociedad se está adaptando a una rápida transformación de los modelos imperantes en el siglo precedente, se halla inmersa en una transición hacia un nuevo paradigma informacional [1]. Estos cambios afectan a cada ciudadano en los ámbitos colectivos y privados, y difuminan las fronteras que existen entre ellos poniendo en crisis límites de la sociedad industrial. Estamos reformulando cómo relacionarnos mientras reconfiguramos la manera de aprender, trabajar e interactuar con la sociedad que nos rodea, y con ellos aparece la necesidad de replantear los espacios físicos existentes para adaptarlos a una realidad cambiante, dinámica e indefinida. Se tienen que repensar nuestros espacios de relación, los espacios públicos y privados, de ocio y de trabajo, y es en el espacio de trabajo donde encontramos la síntesis de los cambios que vivimos.
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Despacho de Jacintoälvaro, director general de operaciones de PLus Ultra Seguros / así se presentan os dos fundadores de google, Larry Page y Sergey Brin |
Se comprende que no hay soluciones sustitutivas sino superpuestas, y que la complejidad y su gestión son elementos intrínsecos de esta nueva realidad.
Han sido muchas las tipologías de nuevos espacios de trabajo que han aparecido desde los años 90, algunas son simples maneras de rebajar costes para las empresas o son respuestas a la movilidad de sus empleados, mientras que otras son el resultado de una reflexión profunda sobre cómo trabajar en una sociedad red. León Emmanuelle[9] describe tres nuevos espacios de trabajo: Combi-Office [10], Hot-desking[11], Just-in-Time Office[12], tres tipologías diferentes que suponen una ruptura entre el individuo y su tradicional lugar de trabajo como evolución del espacio de trabajo precedente.
Grandes empresas como Google [13] o Facebook [14] encuentran en la innovación en el espacio de trabajo una manera de incrementar la imagen de empresa y atraer talento. Incorporar el ocio y el deporte, el descanso y la diversión en el mismo lugar de trabajo les permite desarrollar las conexiones necesarias entre equipos con espacios activos para la innovación y la creatividad, pero también sirve a las empresas para mantener a sus trabajadores el máximo de tiempo en sus sitios de trabajo, aumentando así su productividad. Desarrollan programas de inclusión, igualdad, diversidad y educación en diferentes ámbitos alrededor del mundo como herramientas de desarrollo, integración e imagen.
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Tipologías de espacios de Facebook y Google en todo el mundo |
Al mismo tiempo nacen espacios de trabajo que se replantean y responden a los cambios sociales, culturales y económicos de la sociedad red de la que forman parte y a las empresas transnacionales a las que aspiran a dar servicio. Nuevos espacios para nuevas empresas y emprendedores que durante los últimos 20 años han recibido numerosos nombres, como incubadoras, hotel de empresas, espacios red, espacios multidisciplinares o espacios transdisciplinares en red, hasta que el nombre de Coworking ha llegado a aglutinarlos bajo un mismo concepto de entorno de trabajo.
El término Coworking [15] lo invento Bernei DeKoven en el año 1999, pero fue en el año 2009 cuando fue difundido por Brad Neuberg en el espacio HatFactory [16] en San Francisco, y de forma más generalizada con la creación posterior del Citizen Space[17], considerado el primer espacio coworking en Estados Unidos. La revista Deskmag [18] realiza cada año una encuesta sobre espacios de Coworking, la del 2012 muestra un continuado crecimiento de este tipo de espacios, superando el 245% de crecimiento en los dos últimos años [19], con 2072 espacios en todo el mundo. Los espacios de Coworking en España disponen de diferentes plataformas donde se agrupan como Comunidad Coworking [20] o Coworking Spain [21] que acaba de organizar la “Coworking Spain Conference”[22] en Barcelona, y este mismo año organizará la “Coworking European Conference” [23] donde se expondrán y debatirán las diferentes experiencias y espacios de Coworking en Europa y el mundo. Un crecimiento y una cantidad de congresos que reflejan la magnitud de la implantación y el interés por estos espacios.
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Datos de la tercera encuesta sobre espacios de Coworking de la revista Desmag, 2013 |
Los espacios de Coworking mayoritariamente están integrados por pequeñas empresas, emprendedores y profesionales liberales, que disponen de una capacidad de inversión limitada, lo que los lleva a buscar alternativas a las oficinas convencionales. Son en los viejos espacios olvidados de antiguas naves de la industria obsoleta, engullidas por el crecimiento de las ciudades, donde descubren nuevas potencialidades para las ciudades globales. Potencialidades que habían sido utilizadas en los años 50 en Nueva York por estudiantes y artistas, a través de los lofts, y que 40 años después empezaron a redescubrirse y a convertirse en lugares para el nacimiento de los nuevos espacios para la industria del conocimiento. Espacios singulares para generar nuevos entornos de trabajo basados en la innovación colaborativa. Un dato interesante de la encuesta de Deskmag [18] es que el 79% de los espacios son independientes y solo el 5% forma parte de una red franquiciada.
Al mismo tiempo, la flexibilidad horaria hace que los límites entre el espacio y tiempo de trabajo y el privado se vayan difuminando. La transnacionalidad de muchos de los equipos de trabajo hace que los horarios sean flexibles apartados de la rigidez convencional. El valor de la juventud bien preparada y la igualdad de géneros, con la conciliación con la vida privada descubren nuevas necesidades que este mundo del trabajo tiene que dar respuesta, como espacios para los hijos de los residentes en el espacio de Coworking. La Encuesta Mundial sobre Coworking del 2012 de Deskmag [18] muestra que la edad media del coworker es de 34 años, con formación universitaria y unos ingresos superiores a la media, pero también que aún los hombres doblan a las mujeres en su utilización. Un modelo impregnado de los valores básicos de comunidad, colaboración y productividad. También califican los espacios de divertidos, amables, creativos, inspiradores, productibles, flexibles y sociales. Los beneficios del Coworking para un 71% son el incremento de creatividad y para un 62% un incremento de su nivel de trabajo. Mientras, el 68% afirma que se concentran mejor a pesar de lo que podría ser lo contrario al estar dentro de espacios abiertos compartidos.
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Datos de la segunda encuesta de Desmag sobre espacios de Coworking, 2012 |
Es desde los trabajadores que las preocupaciones y los compromisos sociales entran a formar parte del entorno de trabajo, implicando sus empresas en las problemáticas de la comunidad de la que forman parte, y llegando a incorporarlas en los proyectos que desarrollan. El Coworking busca crear un entorno basado en la conciencia de comunitaria que va más allá de la creación de valor empresarial. La sostenibilidad es uno de sus valores propios y compartir recursos ya es un elemento intrínsecamente verde. Los espacios abiertos tienen la capacidad de poder absorber los crecimientos y redistribuir los decrecimientos de las empresas, adaptando y optimizando al máximo el espacio a las necesidades de cada momento. Estos espacios se ubican en el propio tejido urbano y no en zonas destinadas únicamente a oficinas, lo que permite una reducción de desplazamientos al trabajo y ser actores importantes en la rehabilitación y dinamización de sus entornos urbanos.
Marc Chalamanch
1 comment
Que buen articulo. Nos fascinaria tener una oficina como las de Google sinceramente. Gracias por compartirlo.